El Instituto Abdón Cifuentes escribe hoy una página dorada en su historia deportiva. Nuestra Selección Juvenil de Básquetbol Damas ha logrado una hazaña sin precedentes al coronarse como Subcampeonas Regionales, un título que grita fuerza, dedicación y el nacimiento de una nueva potencia.
La jornada del cuadrangular final, disputada en el Polideportivo Renato Raggio de Valparaíso, comenzó cargada de emoción y determinación. En la semifinal, nuestras gigantes se midieron ante el Instituto Chacabuco de Los Andes en un partido de infarto. Demostrando una tenacidad y un coraje admirables, las institutanas dominaron de principio a fin, sin ceder en ningún momento la ventaja a sus rivales. Cada canasta, cada defensa y cada pase fue una muestra de su trabajo en equipo, culminando en una victoria ajustada y merecida de 48-43 que les abrió las puertas de la Gran Final Regional.

Con el pase en el bolsillo y la moral por las nubes, el desafío final llegó frente al tradicional Colegio Patmos de Viña del Mar. Y contra todos los pronósticos, nuestras campeones dieron una batalla épica. ¡Estuvieron arriba en el marcador durante tres cuartos! Sorprendieron a todos con su juego audaz, su inteligencia táctica y un corazón que no conoce de límites. Lucharon palmo a palmo, demostrando que el IAC llegaba para quedarse en la élite del básquetbol regional.
El último cuarto fue testigo de un giro en el que la experiencia del equipo viñamarino logró inclinar la balanza, cerrando el encuentro con un marcador de 48-31 a su favor.
Pero lejos de cualquier sabor amargo, este resultado es pura miel para el alma institutana. Ese segundo lugar es, en realidad, una medalla de oro al esfuerzo. Llegaron a la final regional y eso merece unas felicitaciones, un logro absolutamente histórico, inédito para el básquetbol femenino del IAC, que resonará por siempre y que eleva el nombre de nuestro Instituto a un nivel nunca antes visto.

Un agradecimiento inmenso a su Director Técnico, el Profesor Gonzalo Cataldo, cuyo liderazgo, dedicación y estrategia fueron el pilar fundamental para alcanzar esta hazaña. Gracias por guiarlas y creer en su potencial hasta el último segundo.
Este subcampeonato no es el final de un camino, sino el prometedor comienzo de una dinastía. Han demostrado que pueden competir con los mejores y que los sueños, con trabajo y garra, se hacen realidad.
¡Toda la comunidad IAC está inmensamente orgullosa de ustedes!
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