En el corazón de nuestro Instituto, vivimos una celebración del Mes de María que nos dejó con el alma llena de esperanza.

Reflexionamos juntos el Evangelio de Juan (Jn 2, 9-10), donde en las bodas de Caná, Jesús guarda el mejor vino para el final. Esto nos recordó una verdad profunda, Dios siempre guarda lo mejor para cada uno de nosotros.

A veces, en el camino, podemos pensar que lo bueno ya pasó, que nuestras fuerzas se agotaron o que las circunstancias nos superan. Pero María, nuestra Madre, nos enseña a confiar incluso antes de ver el milagro, diciéndonos con fe: «Hagan lo que Él les diga».

El momento estuvo lleno de belleza y emoción:
La talentosa Trinidad Cortez nos cautivó con su voz, preparando nuestros corazones para un momento muy especial. Elevamos nuestras peticiones a Dios, poniendo especialmente en Sus manos a Martín, para que el Señor le conceda una pronta y completa recuperación.

Finalmente, de la mano de nuestra Madre, le pedimos a Dios que nos ayude a reconocer cada día los signos de Su amor en lo simple y en lo extraordinario.

Fue una celebración cargada de respeto, amor y fe. Gracias a la profesora Rossana Contreras por finalizar el Mes de María de la mejor forma.