Esta semana la vivimos llena de gratitud y espíritu comunitario. Concluimos el Mes de María, un tiempo dedicado a reforzar los valores de amor, servicio y unión que nos guían como institución.
Además, reconocemos a los mejores compañeros de cada curso, estudiantes que destacan por su espíritu colaborativo, su amabilidad y su apoyo constante hacia sus pares. Su ejemplo inspira y construye el ambiente fraterno que tanto valoramos.

Y, como comunidad, encendimos la primera luz de Adviento, recordando que este es un tiempo de espera gozosa, de reflexión y preparación del corazón para recibir la alegría que nos trae el nacimiento de Jesús.
En este tiempo de esperanza, los invitamos a abrir el corazón, cultivar la paz y vivir con generosidad cada día, mirando juntos hacia la Luz que viene.

Agradecemos profundamente al equipo de Pastoral, en especial a nuestra Directora de Formación y a la profesora Rosana Contreras, por guiar con dedicación cada momento espiritual y formativo de nuestro Instituto.
